Tal y como previamente se había anunciado a través de los canales habituales, el pasado jueves día dieciséis De La Pulcra Ceniza presentó en sociedad la nueva edición de El oso de arenisca y la fuente tiquismiquis, tercer número de Libros De La Micronesia, cuya edición original data de 1999. El evento tuvo lugar en la sala Jam Circus y contó con la actuación del dúo De la Carmela, que puso al acto un colofón sonoro de categoría.
La presentación dio comienzo a las 19,40 h. y tuvo como conductor a Juan Miguel Muñoz, quien, como no podía ser menos, arrancó directamente, sin preámbulo alguno y sin mediar saludo, con la lectura de un fragmento del capítulo doce del Ulises de James Joyce; novela portento cuya acción transcurre en la ciudad de Dublín y abarca una sola jornada, que coincidía precisamente con la fecha de la presentación: 16 de junio. El acto despegó con una larga andanada verbal, que transcribimos solo en parte: «…El mundo elegante internacional asistió en masa esta tarde a la boda del caballero Jean Wyse de Neaulan, gran maestro jefe de los Guardabosques Nacionales de Irlanda, con la señorita Piña Conífera de Valdepinos. Lady Silvestra Sombradeolmo, la señora Bárbara Abedul, la señora Laura Fresno, la señorita Acebo Ojosdeavellana, la señorita Dafne Laurel, la Señorita Dorotea del Rosal, la señora Clyde Doceárboles, la señora Roberta Verde, la señora Elena de la Parra, La señora Virginia Enredadera, la señorita Gladys Haya, la señorita Olivia del Campo, la señorita Blanca Arce, la señora Maud Ebano, la señorita Myra del Mirto, la señorita Priscilla Saúco, la señorita Abeja Madreselva, la señorita Gracia Chopo, la señorita O’mimosa San, la señorita Rachel Fuentecedro, las señoritas Vivian y Violeta Lila, la señorita Timidez del Tiemblo, la señorita Cati Musgo de la Fuente, la señorita May Espino, la señorita Gloriana Palma, la señorita Liana del Bosque, la señora Arabella Selvanegra y la señora Norma de la Encina, de Encinar del Rey, agraciaron la ceremonia con su presencia…» (1)
Tras esa extensa salva y una breve declaración de entusiasmo joyceano seguido de un voto de fidelidad al día de marras, el presentador acometió, todavía sin la venia de la parroquia y sin mediar saludo alguno, la lectura de un pasaje de El oso de arenisca y la fuente tiquismiquis, la obra objeto de presentación: «…Unos dicen que la cancioncilla la malició el oso para avivar la rencilla; otros, que la compuso el murciélago por dárselas de vate alígero y mordaz. El caso es que corrió la voz: el rapsoda leerá la madrugada del solsticio.
»La noche convenida, una hoguera de tilo perfumado ardió hasta muy tarde. De madrugada, el relente de la vega tomó la plaza tibia y enfrió las piedras una a una. Hacia las tres, la fiebre de las brasas se disipó y las pavesas volvieron a tientas a la ceniza. A las pájaras putillas, los perros beodos y los de siempre se les sumó gente que no era la habitual: la escolopendra, el ratón de bancales, el abejaruco, la noctiluca. Hasta la lagartija pija trajo a su hija.
»En medio de una gran expectación, en el preciso instante en que Vega se zafó del nimbo opresivo de la luna salió el murciélago, y con su vocecita tiple impostada en cueva recitó colgado boca abajo:
A las fuentes que se acuestan con el río
les vuelan las bragas de raso frío.
En la balsa de lavar, junto al molino,
las ranitas doncellas trabajan fino.
En pedazos iguales las suelen cortar,
se están haciendo corpiños para gustar.
Esta noche una acequia se ha puesto a cien
porque ha echado a faltar blusa y sostén.
A las cangrejas sirvientas les viene bien
a un sostén de cofias le sacan cien.
La blusa la tiene la sapo sastresa,
les coserá picardías de hechura inglesa.»
Fue tras esta segunda lectura cuando el conductor del acto se avino por fin a presentarse, a saludar al público asistente (unas cincuenta almas) y adentrarse en el meollo del asunto: la presentación en sociedad de la esperada reedición del tercer número de Libros De La Micronesia. Entre los asistentes hubo quienes, tras ese largo preámbulo, se temieron lo peor: que el orador quisiera superar su propia marca establecida durante la presentación ―hace ahora tres años― de Ruta nocturna, y hablara durante más de ochenta minutos. Afortunadamente, no fue así; el acto se despachó en tres amenos cuartos de hora.
La presentación consistió en una breve reseña de la edición original y lo que supuso para De La Pulcra Ceniza su publicación; una mención algo más detallada de las características de esta reedición, con mención expresa del censo de colaboradores; y, finalmente, un repaso de la evolución del proyecto a lo largo de los diecisiete años que han transcurrido entre ambas publicaciones. Para cerrar la ponencia, Jordi Galli tomó el micrófono y esbozó una certera caricatura de De La Pulcra Ceniza «…minúscula editorial que elevó una galleta común al rango de best seller; galleta que, por cierto, fue limada en sus extremos para que entrara en la mordida del troquel. Ese detalle se basta por sí solo y lo dice todo acerca de lo peculiar del proyecto. No creo que haya mucho más que añadir al respecto.»
Poco antes de las nueve de la noche, el dúo De la Carmela ocupó el escenario de la sala Jam Circus y, como decíamos al comienzo, puso al acto un colofón sonoro de categoría.
(1) Ulises, James Joyce. Editorial Lumen, Barcelona, 1989.